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500 palabras sobre… Una oposición priista casi 20 años después

A la pronta recuperación de un excelente conversador y mejor ser humano, mi tío Alejandro Díaz Muñoz.

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Veamos las cosas en perspectiva. Durante el sexenio de Vicente Fox los estados eran auténticos feudos: cada quién hacía lo que quería en los estados gobernados por la oposición. Así, en los números el presidente Vicente Fox sólo tenía de aliados a 7 gobernadores de 31; sumando al entonces Distrito Federal gobernado por el entonces Jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, de extracción perredista en esos años, tenía 25 entidades federativas en oposición.

En el caso del PRI, para la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional era muy redituable que 19 gobernadores fueran emanados de sus filas, además de sus 204 diputados en la legislatura del 2000 a 2003 y 77 senadores tricolores. Esto era buen motín que sirvió al PRI para sentarse a negociar las iniciativas de ley provenientes del ejecutivo federal en conjunto, sumando posibles pactos de gobernabilidad en el país con sus gobernadores, que en ese entonces tenían estados como Veracruz, Puebla, Oaxaca, Jalisco, Nuevo León, etc.

En esos años la dirigencia del Ejecutivo Nacional priista era encabezada por gente como Esteban Moctezuma Barragán, Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo y Dulce María Sauri, exgobernadora de Yucatán. Una operación por parte de esos Comités Ejecutivos logró que todo el bloque de la oposición priista se pusiera de acuerdo y mostrara unidad en aquellos años ante el gobierno federal panista.

20 años después

Casi 20 años después esa oposición en unidad es un lejano recuerdo. El 19 de febrero trascendió la noticia de diferencias dentro del PRI con el tema de la aprobación de la Guardia Nacional en el Senado, ya que 11 de 12 gobernadores tricolores mostraron plena disposición para apoyar el proyecto de seguridad del presidente Andrés Manuel, pidiendo a los senadores de sus estados el apoyo a dicha Ley.

La diferencia viene cuando los senadores Claudia Ruiz Massieu, presidente nacional del PRI, y Miguel Ángel Osorio Chong, líder de la bancada tricolor en la cámara alta, declararon no estar dispuestos a aprobar sin ninguna modificación el proyecto del Ejecutivo Federal, como lo pidieron los gobernadores.

Hay una infinidad de intereses de por medio en este hecho, lo que demuestra que se están dibujando por lo menos tres grupos dentro del Partido para las próximas afrentas que encaren: el de los gobernadores, el de la dirigencia de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que tiene influencia en el Senado y el de la Cámara de Diputados, encabezada por su líder de bancada René Juárez Cisneros, que aprobó hace pocas semanas la Guardia Nacional sin mayor pincelada.

Resulta interesante que algunas lecturas apunten a este conflicto como una antesala para lo que será la competencia por el CEN este año, dónde hay dos gallos importantes ahora: Alejandro Moreno, gobernador de Campeche y José Narro, ex rector de la UNAM, impulsado por el senador Osorio Chong.

Y es que el PRI hoy nos enseña que la riqueza se administra más fácil que la carencia, sino miren que 19 años después hoy tienen 45 diputados federales, 13 senadores, 12 gubernaturas (más las que se pierdan este año) y mayoría en apenas 2 congresos locales. Aún así, con ese irrisorio capital político que tienen hoy, ¡se pelean entre ellos! Cosa que demuestra la poca capacidad de diálogo que tienen los dirigentes partidistas, ¿o a caso ya hay respeto a distintas opiniones en el Partidazo? Justamente cuando se necesita ver cohesión, prefieren los sartenazos públicos.

Como diría mi abuela: Es poco el amor para gastarlo en celos.

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