Muchos ven la acabose del PAN por perder la gubernatura de Puebla, sin embargo, creo que esta vez importa más la forma: Morena fue incapaz de arrasar en una elección de Estado a su favor y con un contendiente al que le faltó organización. Perdieron la capital y la zona conurbada, no fueron capaces de movilizar masas. Morena ganó una gubernatura, pero no se está afianzando como la maquinaria electoral que se supone debería ser. 9 puntos es la ventaja máxima que se espera, creo que su dos a uno pregonado en los medios y su 50 mas uno son la deuda al final del día. Aquí van algunas observaciones.
1
Los medios de comunicación avecinaban esta victoria y durante toda la campaña hicieron una cargada mediática, fruto de una combinación entre chayote y lambisconería con el nuevo gobernador, en la que la constante fue una extrema promoción de las encuestas, donde Miguel Barbosa arrasaba desde los 20 puntos de diferencia hasta el famoso dos a uno. Hasta el cierre de esta columna, con casi el cien por ciento de las actas en el PREP. La diferencia entre Enrique Cárdenas y Luis Miguel Barbosa no supera los 11 puntos porcentuales.
2
Es la primera elección de estado en la que Morena tiene el poder, desde programas federales del gobierno hasta recursos económicos y estructurales de distintos liderazgos que anteriormente operaban ya sea con el PRI o con el PAN de Rafael Moreno Valle. La deuda es enorme, lo que se avecinaba como una victoria apabullante contra Enrique Cárdenas, el PAN, MC y el PRD, terminó en una dignísima derrota. Si tomamos en cunta que estos tres partidos no tienen los mismos recursos del año pasado y carecen de cohesión dentro de sí, estamos frente a una victoria condicionada por tres variables que no les permiten superar el umbral de los 50 puntos: el alto nivel de abstencionismo, la incapacidad para operar una elección y la cuota de los deficientes gobiernos municipales en el área metropolitana.
2.1
Menos de la mitad de los poblanos salimos a votar el domingo pasado, a penas cerca del 37% del electorado. Podemos adjudicar este fenómeno a una ciudadanía cansada de ir a las urnas, pues en menos de 4 años acudió a las urnas tres veces: 2016, 2018 y 2019. El desgaste y el hartazgo que cuasa el que no haya estabilidad política y administrativa en el gobierno a nivel estatal y municipal, son otras desmotivantes que influyeron en el ánimo de la gente para sufragar. Se esperaba que esta elección fuese un choque de estructuras, en la que Morena y Luis Miguel Barbosa llevaban las de ganar.
2.2
Hay de dos sopas en esta elección: Morena no tiene ninguna estructura de promoción al voto o no es tan amplia como suponían para poderle dar una ventaja más amplia a Barbosa. Resulta extraño que teniendo todo a favor y nada en contra, hablando de recursos, la modestia de una diferencia de 11 puntos como máximo respecto a su contrincante sea la determinante de estos comocios ¿a caso la cargada a favor de ellos no bastó para repocisionar a Barbosa? ¿Fallaron las encuentas que auguraban un dos o tres a uno?
2.3
No es una mentira que la impopularidad de Claudia Rivera Vivanco, Luis Alberto Arriaga y Karina Pérez Popoca le pasaron una cuota amplia a Morena, pues el área conurbada a la capital, que porsí misma representa casi el 45% del electorado del estado, sufren de la inexperiencia e inocentadas de estos personajes, lo cual genera ineficiencia y esto descontento, por lo cual podemos hablar de un voto de castigo contra Morena.
3
Este nicho de oportunidad viene bien al PAN, pues en tres años puede armar un discurso adecuado para su electorado y ganar otros tantos sectores: la clase media baja urbanizada es su nicho electoral. Le van a comenzar a hablar a ese sector.
4
¿Qué hubiera pasado si en diciembre del año pasado Claudia Ruiz Massieu, presidente nacional del PRI, no le hubiera cantado las golondrinas a Jorge Estfan Chidiac de Operación Política del CEN tricolor? Una cosa es segura, el PRI no se hubiera desfondado en la mixteca poblana, y sin extender demasiado el razonamiento, supondríamos que ya sea la huelga de brazos caídos de Estefan o la disposición de sus operadores a las órdenas de Morena, sean la cuota de la permanencia del Itamita en la Secretaría de Finanzas.