| |

La falsa redención de Felipe Calderón en Culiacán

Imagen: @FelipeCalderon

Pocas veces he visto un México tan absurdamente melancólico y legítimamente temeroso.

Esta vez, un sector peligrosamente presente en redes sociales y tribunas de debate público postea y rescata viejas declaraciones y discursos del expresidente Felipe Calderón, en respuesta a la “débil” estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel, que quedó constatada en los desafortunados hechos de Culiacán el jueves pasado. El riesgo recae en la posibilidad de perder la objetividad respecto a la confrontación iniciada por el expresidente michoacano.

Querer que el actual gobierno se comporte de la misma manera en la que lo hizo el Calderonismo es un absurdo desde cualquier óptica, cuyas consecuencias inmediatas son evidentemente nocivas.

Comparar el arribo al poder de ambos presidentes es una pérdida de tiempo: el bono democrático de Andrés Manuel no se puede comparar con la falta de legitimidad que enfrentó el político michoacano al tomar el poder del ejecutivo federal. AMLO no tiene las mismas necesidades que Calderón Hinojosa, el Calderonismo echó mano de un viejo pendiente del priismo para legitimar su administración: el crimen organizado.

En el papel y en la retórica, la sensación de un gobierno que confronta de manera directa a las células del crimen organizado es reconfortante, pero cuando la realidad de una supuesta guerra con instituciones corrompidas por el mismo enemigo, en la que la lógica para acabar con la criminalidad era más cercana a rendimientos electorales que a una estrategia a largo plazo que pacificara al país, nos hizo entrar en un espiral de violencia desmedida desde hace casi trece años.

Lo que no tomamos en cuenta, es que la retórica de Felipe Calderón durante su gobierno atendía a grupos criminales carentes de todo el armamento que hoy poseen. Comparado con hoy, los cárteles combatidos en esa época (Zetas, Golfo y Sinaloa) eran amateur. Además, la supuesta bravura de los discursos calderonistas eran previos a una revisión histórica de las cifras de la guerra contra el narcotráfico, que sólo en su sexenio cobró la vida de 60,000 personas aproximadamente.

Hoy, la guerra contra el narcotráfico ya es insostenible. Querer rescatar declaraciones y discursos de Felipe Calderón no hacen otra cosa que redimir una causa perdida, como una pelea del Estado contra sus propios ciudadanos.

Lo curioso aquí es que quienes juzgan a Andrés Manuel López Obrador de líder mesiánico, comparten viejos discursos de Calderón, en dónde lo ven como un líder fuerte en tiempos de crisis, cosa misma que juzgan del presidente tabasqueño.

Estamos ante la posibilidad de que Felipe Calderón articule la oposición a mediano plazo.

Nota rápida.

Antes que nada, vamos a quitarnos la idea maniquea de la historia y la política. Nadie es un inútil por completo ni mucho menos tiene recetas mágicas para los problemas públicos. Acusar a un actor político de haber adscrito a problemas complejos soluciones fáciles nos pone a su nivel de pobreza intelectual, si es el caso; pues caemos en la más vil de las politiquerías poco propositivas y muy dañinas a la sociedad.

 

Deja un comentario